Colombia: destino seguro para una cirugía buena, bonita y barata     

02 de octubre de 2005

Bogotá. El miedo a visitar Colombia por la violencia cede ante el sueño de belleza de miles de extranjeros que llegan al país atraídos por un "boom" de cirugías plásticas que les ofrece operaciones de buena calidad por menos de la mitad del dinero que pagarían en sus lugares de origen.



El prestigio de los cirujanos colombianos se evidenció en marzo, cuando el astro Diego Armando Maradona se realizó un "by pass" gástrico en la ciudad de Cartagena para reducir el tamaño del estómago.

"Las dietas convencionales bajan el peso pero lo recuperan, por lo que no son adecuadas para personas como Maradona, que quieren bajar 40 o 50 kg, por eso se le practicó esa operación³, explicó a la AFP el cirujano Francisco Holguín, que cobró 25.000 dólares por operarlo.

Como si se tratara de un paquete turístico, extranjeros _especialmente de Estados Unidos, de países caribeños y de países vecinos_ se ponen en manos de especialistas colombianos: pueden pasear, ir de compras y pagar el boleto de avión, sin superar la mitad del presupuesto que les costaría una cirugía estética en casa.

El cirujano Rafael Pérez, de la clínica Chicó en el norte de Bogotá, dice que el fenómeno es tan extendido que en su caso hasta incluye a un cliente que viaja desde las lejanas islas Fidji.

Su colega, Ernesto Andrade, calcula que opera a "un extranjero cada dos días" y a "unos 150 al año", la mayoría para liposucción.

La popularidad de las cirugías plásticas en Colombia es tal que incluye al menos dos programas de televisión, que en horario estelar muestran paso a paso los cambios de gente común sometida a liposucción, diseño de sonrisa, implantes de cabello, eliminación de arrugas y limpieza de piel.

En uno de ellos Andrade sometió a siete cirugías plásticas al portero René Higuita, ícono del fútbol colombiano.

Según Andrade, este "boom" de las cirugías se gestó a finales de los años 90, cuando muchos colombianos residentes en Estados Unidos empezaron a aprovechar sus vacaciones para volver de visita y someterse a cirugías más baratas.

Luego comenzaron las operaciones de cirugía plástica para reinas de belleza y capos de la droga, cuyos resultados se difundieron en el exterior.

Andrade reconoció que la estandarización en los medios de un modelo de belleza ha promovido este auge.

"Los medios presionan hoy a las personas diciéndoles qué es bonito y qué no. Antes les decían "estudien, sean cultos"; ahora la gente entiende que una mujer sin dinero y sin cultura puede llegar lejos por ser linda", señala.

Además, están los "nuevos productos médicos que, por supuesto, nacieron por la demanda", y que funcionan para "operar la autoestima", asegura Andrade.

"Esto explica que 70% de mis pacientes sean mujeres divorciadas, frustradas y amargadas porque su esposo se fue con una mujer más bonita o más joven. El espejo existe y una de las mayores frustraciones modernas es ser feo".

"Los ingresos que nos está representando ese "boom" no se pueden cuantificar", explica Alejandro Jaimes, presidente de la Sociedad de Cirugía Plástica de Colombia.

Pero sólo hace falta una calculadora para hacer un estimativo: el precio de un tratamiento oscila entre 3.000 y 25.000 dólares, mientras que dos de los cirujanos consultados por la AFP dijeron que operan anualmente a unas 200 personas, la mitad de ellas extranjeras.

Muchos son políticos, periodistas y artistas que vienen desde Argentina o Chile, pero también de países vecinos como Venezuela y Ecuador.

Extraído de www.EstrellaEstereo.com