Unos están llegando a Windsor y otros a Quebec

Advierten ante posibles fraudes a hispanos indocumentados en Estados Unidos

Cuando menos 200 mexicanos que vivían de forma indocumentada en los Estados Unidos han llegado en masa durante las últimas semanas a la ciudad de Windsor, en esta provincia, donde han pedido refugio. De igual forma, varias decenas más de indocumentados afincados en el vecino país, en su mayoría colombianos y centroamericanos, también han cruzado puntos ciegos de la frontera en la zona de Montreal, en la provincia de Quebec, para pedir refugio en lo que constituye una nueva oleada de hispanos en busca del ahora sueño canadiense.

Toronto. Era un secreto a voces que finalmente salió a la luz pública: decenas de hispanos que viven de forma indocumentada en los Estados Unidos, en su mayoría de origen colombiano y mexicano, están llegando prácticamente en masa a Canadá en busca de refugio. Lo hacen a través de puntos ciegos de la línea fronteriza ubicada en la provincia de Quebec, así como también directamente a través de las oficinas de inmigración establecidas en el cruce fronterizo ubicado en la ciudad de Windsor, lo que ha provocado preocupación en las autoridades del país.

De acuerdo con organizaciones comunitarias canadienses, durante los últimos meses se ha incrementado sustancialmente el flujo de personas que, luego de vivir de forma indocumentada en los Estados Unidos, aparecen súbitamente en territorio canadiense haciendo sus peticiones de refugio. Este mecanismo supuestamente es utilizado en su mayoría por personas de origen colombiano y centroamericano, quienes debido a la vigencia del Tratado del Tercer País Seguro que firmaran el año 2004 los gobierno de Estados Unidos y Canadá, no pueden hacer su trámite directamente en las oficinas de inmigración ubicadas en la frontera entre ambos países.
Dicho tratado establece en sus puntos medulares que una persona en busca de refugio debe hacer su clamo en el primer país seguro al que arribe, lo que obliga prácticamente a que las personas que actualmente viven en los Estados Unidos y que se consideran en peligro en su país de origen, hagan su solicitud de refugio en los Estados Unidos. De ser rechazada su solicitud, quedan impedidas de solicitar refugio en la frontera canadiense, y viceversa.
No obstante, el acuerdo no establece nada en relación a las personas que, aunque hayan vivido en cualquiera de los dos países y hayan presentada una solicitud de refugio, puedan presentar un nuevo clamo de asilo en Canadá o viceversa, si eventualmente aparecen directamente en alguna ciudad de cualquiera de los dos países, sin haberse presentado previamente a las oficinas migratorias fronterizas. Esto sería lo que, aparentemente, estaría motivando a un número cada día creciente de personas que cruzan la frontera estadounidense-canadiense a través de los diversos puntos ciegos con los que cuentan ambos países.

Los mexicanos, la excepción

El fin de semana pasado fue público el arribo a Canadá de poco más de 200 personas de origen mexicano, quienes vivían de forma indocumentada en el estado de la Florida, en los Estados Unidos y que llegaron a la ciudad de Windsor en busca de refugio. Este arribo directo por parte de estas personas para pedir refugio se debe a que México es hasta el momento el único país de Latinoamérica cuyos ciudadanos no requieren visa para ingresar a Canadá y por tanto pueden llegar a cualquier oficina migratoria en los puestos fronterizos y presentar su solicitud de refugio.
De acuerdo con diversos medios de comunicación de Windsor, estas personas que están llegando a dicha ciudad podrían ser víctimas de un fraude, el cual aparentemente está siendo cometido por un grupo religioso estadounidense que, aseguran las fuentes, les promete el estatus de refugiado y trabajo en Canadá y les llenan la solicitud de refugio a cambio del pago de hasta 400 dólares.
Janet Dench, miembro del Consejo de Refugiados de Canadá (CRC), expresó a los medios de comunicación que el supuesto grupo religioso se autodenomina Jerusalem Haitian Community Center Inc., el cual ofrecía hasta hace pocos días en su portal de internet la información requerida para solicitar el estatuto de refugiado en Canadá.
El alcalde de Windsor, Eddie Francis, aseguró que sólo durante la semana pasada más de 100 mexicanos que viven ilegalmente en Estados Unidos han cruzado hacia Canadá para pedir el estatuto de refugiados, admitiendo que su gobierno se prepara para recibir aún a muchos más.
Esta preocupación es compartida por el Embajador de México en Canadá, Emilio Goicoechea, quien en declaraciones al periódico The Globe and Mail aseguró que la mayoría de sus compatriotas seguramente están llegando a este país huyendo del sentimiento antiinmigrante que aparentemente está creciendo al interior de los Estados Unidos.
Si se piensa que en los Estados Unidos hay quizás ocho millones de ilegales, con sólo que un cinco por ciento de estas personas no se sientan seguras en los Estados Unidos y quieran venir a Canadá como refugiados, estos podrían ser 400 mil personas, aseguró.

La frontera ciega

Pero como no todos los indocumentados cuentan con el mismo privilegio de los mexicanos, otras decenas de colombianos y centroamericanos están solicitando también refugio en oficinas migratorias ubicadas en diferentes ciudades de Canadá, luego de haber cruzado la frontera estadounidense-canadiense a través de puntos ciegos principalmente en la provincia de Quebec.
Diario El Popular ha tenido conocimiento que en las últimas semanas son muchas las personas que han cruzado la frontera incluso manejando sus propios vehículos adquiridos en los Estados Unidos, siendo auxiliados para ello por mapas satelitales obtenidos a través de los populares sitios web Google Maps y Mapquest.
De acuerdo con diversas fuentes, la mayoría de estas personas han recibido asesoría para emprender este viaje por parte de una nueva modalidad de coyotes que están apareciendo principalmente en el vecino país, quienes les están cobrando alrededor de 300 dólares por explicarles las rutas más seguras para cruzar la frontera y brindarles los recursos gráficos correspondientes.
El periódico The Toronto Star se hizo eco de estas informaciones y el lunes pasado plasmó en sus páginas el caso de una ciudadana de origen salvadoreño, quien luego de haber llegado a Estados Unidos con una visa de turista y al tener información de que Canadá tenía un sistema de refugio que le podría permitir estar a salvo de su pareja abusadora, pagó 300 dólares por un mapa detallado que le permitió cruzar la frontera, luego tomar un tren que la llevó a Montreal y posteriormente trasladarse hasta Toronto donde finalmente presentó su solicitud de refugio ante los oficiales migratorios.

Una gratificación inmediata

Vilma Filici, Consultora de Inmigración y columnista de este periódico, escribió precisamente en su columna de esta semana sobre el fuerte interés que existe entre las personas que viven de forma indocumentada en los Estados Unidos por inmigrar a Canadá, quienes podrían ser presas fáciles de diversos tipos de estafa.
Lo que se ha estado viendo en las últimas semanas es una combinación de la desesperación de la gente en Estados Unidos que está buscando un lugar donde pueda asentarse legalmente y donde pueda trabajar y criar su familia y, por otro lado, el aprovechamiento de comerciantes sin escrúpulos que están explotando esta necesidad y están dándole a la gente consejos que si bien son posibles no son toda la verdad, dijo al ser  consultada sobre el fenómeno.
Agregó que efectivamente una persona puede venir a Canadá y pedir refugio, pero dijo que ese no es el consejo más apropiado para todas las personas, a menos que en realidad éstas llenen la definición de lo que es un refugiado o una persona que necesita protección.
En parte lo que les están diciendo a estas personas es verdad, que van a venir a Canadá y que Canadá les va a permitir pedir refugio y presentar su caso ante las autoridades que van a tomar la decisión de decidir si son o no refugiados y que mientras tanto van a tener todos los beneficios que se le da a un refugiado. Pero les están vendiendo esa mitad que es solamente la mitad positiva de una solución inmediata al problema que ellos tienen en Estados Unidos, porque la otra realidad es que una vez que las personas pasen por todo el proceso de refugio, los que sean rechazados van a ser deportadas de Canadá y según las estadísticas todo parece indicar que va a ser un número altísimo de personas, aseguró.
En este sentido, explicó que esas personas van a encontrase nuevamente, en aproximadamente un año o un año y medio, en la misma situación o peor de la que se encontraban en los Estados Unidos, es decir, van a  tener una orden de deportación y, si no dejan el país en el momento que se les indique que tienen que salir del país, también una orden de arresto.
De igual forma indicó que mucha gente está cruzando la frontera entre los Estados Unidos y Canadá a través de lugares que han sido identificados por los coyotes de que no hay seguridad, pero que cuando el gobierno logre darse cuenta sobre cuáles son estos lugares obviamente van a tomar medidas para prevenir la entrada por esos puntos específicos.
El Tratado del Tercer País Seguro establece que una persona no puede pedir refugio por tierra en la frontera, a menos que entre en alguna de las excepciones (que tenga un familiar en Canadá, que sea menor de edad, entre otros), pero si la persona llega por avión a un aeropuerto, aunque este viniendo de los Estados Unidos puede pedir refugio. De igual forma, si la persona está ya dentro de Canadá también puede pedir refugio y es por eso que están usando esta posibilidad de que si ya están dentro de Canadá, no importa como hayan entrado, pueden pedir refugio, aseguró.
No obstante, advirtió que lo que podría suceder en un futuro próximo es que inmigración les haga cargos a estas personas por haber entrado al país sin reportarse en el puerto de entrada, lo que complicaría el proceso que actualmente muchas personas están haciendo.

De acuerdo con cifras proporcionadas por el Consejo de Inmigración y Refugio de Canadá (IRB, por sus siglas en inglés), durante los primeros seis meses del presente año han sido un total de 3,419 los ciudadanos de origen mexicano que han llegado directamente desde México para pedir refugio en el país, cifra que constituye el 42 por ciento del total de pedidos de refugio hechos durante dicho periodo. Y durante esos mismos seis meses únicamente 13 de cada cien solicitantes de refugio de origen mexicano que han tenido su audiencia ante un juez del IRB han obtenido una respuesta favorable.
La misma fuente dio a conocer que para el mes de junio pasado había en Canadá un total de 6,745 mexicanos que habían solicitado refugio, los cuales aún estaban a la espera de que su caso fuera revisado en una audiencia con el IRB.