Juanito invita a su madre a cenar una noche en su apartamento de soltero. Durante la cena la madre no pudo evitar darse cuenta de lo hermosa que era Sofia, la compañera de apartamento de su hijo.
Durante mucho tiempo ella había tenido sospechas de que su hijo tenia relaciónes con Sofia y, al verla, la sospecha no pudo sino acrecentarse. En el transcurso de la velada, mientras veía el modo en que los dos se comportaban, se pregunto si estarían acostándose. Leyendo a su madre el pensamiento Juan le dijo: "Mama se lo que estas pensando, pero te aseguro que Sofia y yo solo somos compañeros de apartamento".
Aproximadamente una semana después, Sofia le comento a Juan que desde el día en que su madre vino a cenar, no encontraba el cucharón grande de plata para servir la sopa. Juan contesto que dudaba que su madre se lo hubiese llevado pero que la escribiría una carta. Asi que se sentó y escribió:
"Querida mama: No estoy diciendo que tu cogieras el cucharón de plata de servir salsas pero tampoco estoy diciendo que no lo cogieras, pero el hecho es que este ha desaparecido desde que tu viniste a cenar a casa".
Unos días mas tarde, Juan recibe una carta de su madre que decía: "Querido hijo: No estoy diciéndote que te acuestas con Sofia o que no te acuestas con Sofia, pero el hecho es que si Sofia se acostara en su propia cama, ya habría encontrado el cucharón de plata para servir salsas que puse bajo la almohada. Con todo cariño, Mama".